miércoles, 3 de febrero de 2010

Acerca de "Los adioses" (Juan Carlos Onetti)

El puente sobre las piedras del río seco, el depósito de basuras del hotel. - pierniabierto - buscándose los ojos - vertiginosa constancia - creyendo - montones de palabras. - como si el informe mejorara algo. - del derecho a un orgullo. - las voces bajaban bruscamente hasta un tono de adioses, - construía un terceto de palabras. - mucho menos rápidos que la noche, - las espaldas más tristes y disminuidas, - "Me voy a morir", explicó. - esperanzas razonables, - meses de vida. - intento de modificación del recuerdo llamativo, desagradable, - la soledad en el desencanto, el deslumbramiento bajo las luces, - hasta hacerlo capaz de cubrir todo otro remordimiento. - separados para siempre, ya de acuerdo. - el depósito de basura. - lo que estaba dejando a la otra no era el cadáver del hombre - insultantemente libres del mundo. - Me miraba sin que le importara verme, - oloroso, anacrónico; - huesos velludos - nada más que pómulos, - metiendo a empujones en el viento el sobretodo flotante que alguna vez le había ajustado en el pecho; - el viboreo de un pequeño orgullo atormentado. - la cabeza cubierta por un rebozo y afirmativa. - miraba hacia la cama con todas mis fuerzas, - sólo llegaba el ruido lento de las palabras, - el silencio luminoso y frío, - la vieja y el enfermero se adelgazaban contra la pared, - el conjunto inoportuno, - disponiéndose ya, sin presentirlo, para cualquier noche futura y violenta.

(Ambientación a través del léxico).

No hay comentarios:

Publicar un comentario